Leandra Requena, la Pasionaria peruana (10 de septiembre de 2010)
LA HISTORIA DE UNA SINDICALISTA DE ARMAS TOMAR
Leandra Requena, la
Pasionaria peruana
Activista de la organización comunitaria 'Se hace camino'.
Por Enrique Soria (publicado en AYLLU TIMES el 10 de septiembre de 2010)
El mundo sindical es todo un universo con sus propias leyes de
gravitación donde abundan los héroes
pero también las traiciones, aunque
siempre hay lugar para quienes se
entregan con pasión y ponen la cara y
la piel por la causa de los trabajadores.
Leandra Requena, es una mujer de
Huancavelica que vino a los Estados
Unidos con 24 años de edad, que tuvo
que cruzar la frontera mexicana con
una hija y que cuando llegó a este
país desconocía por completo los
avatares de la vida sindical.
Pero su compromiso con la justicia
social y su sensibilidad por la lucha de
los trabajadores inmigrantes hizo que
los organizadores de sindicatos se
fijaran en ella, al punto que la convencieron para trabajar con ellos
aunque Requena les advirtió que
desconocía el mundo al que la
invitaban a ingresar.
Conciente de sus limitaciones en ese
aspecto la huancavelicana fue capacitada y entrenada para ser organizadora
y con ello lo que implica, ser líder de
un movimiento que no solo arranca
reivindicaciones, sino decide en política y en la elección de representantes
políticos a nivel nacional.
Pero Requena no bien arribó a estos
lares tuvo que trabajar como costurera
un par de años, y luego emigrar hacia
la industria de la joyería cuando ésta
era todo un “boom” entre la década de
los 80 y los 90. Fueron años intensos
donde Huancavelica aparecía en la
mente de la futura sindicalista.
“Extrañaba mucho mi tierra y a mi
mamá Guillermina Quispe”, recuerda.
El surgimiento de los tratados de libre
comercio tiró por la borda la bonanza
de la industria de la joyería, y de
ganar hasta 75 dólares la hora
Requena tuvo que acudir con tres
hijos, por primera vez, al sistema de
bienestar público. “Era 1994 y me
quedé sin trabajo y sin apartamento”.
Las cosas mejoraron para la familia y
Requena, que hoy cuenta con 56 años,
logró un trabajo de reemplazante en el Radio City Music Hall (también
llegó a laborar
en el Madison
Square Garden).
En la primera
compañía de las
nombradas trabajó desde 2001
hasta 2009, para
luego ingresar a
la organización
comunitaria ‘Se
hace camino’
con sede en el
condado de
Queens , donde
la labor sindical
se transforma en
quehacer comunitario.
“Mi nueva tarea
tiene que ver con asuntos de
vivienda, educación, cuestiones
laborales, y por supuesto, inmigración. En el primer punto
organizamos a la gente contra
los desahucios y les explicamos sobre sus derechos”.
“Desde que ingresé a la 32BJ
(una de las matrices sindicales
más grandes de Nueva York)
mi actividad tiene como punto
de partida mi compromiso con
la comunidad. He sido organizadora y activista durante 10
años y soy conocida por la
gente de la 32BJ”.
“La vez que fui reclutada pasé
por un estricto escrutinio, con entrevistas telefónicas y después en persona, y de 434 personas que en un inicio
fueron convocadas quedaron seleccionadas 16, para luego ser elegida
para el puesto. Cuando deliberaban
sobre esto yo estaba en Perú y así se
los comuniqué, pero ellos decidieron
esperarme a que regresara porque
había de por medio altas recomendaciones”.
“Por mis constantes asistencias en mi
actividad sindical y por mi compromiso demostrado he sido invitada a
reuniones, donde los políticos que son
candidatos a algún cargo público, presentan sus programas y propuestas
políticas, porque saben que tienen que
contar con el apoyo sindical para salir
elegidos”.
Lejanos están los días donde Requena
no tenía conocimiento de lo que era
un sindicato, o cuando se sorprendió
que para ser organizador y representante sindical no era necesario laborar
jornadas completas en una fábrica.
Sus compañeros la han bautizado “la
Pasionaria peruana”, en clara alusión
al temple de la líder de la España
republicana Dolores Ibárruri. Sus
hijos Yesenia, Carlos y Brian también
pueden atestiguar sobre esto y mucho
más.
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